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Sillón Director en madera nogal, varios colores de lona
Precio habitual 70,75 €Precio habitualPrecio unitario por -
Sillón Director en madera barniz, varios colores de lona
Precio habitual 64,75 €Precio habitualPrecio unitario por -
Sillón Director en madera sin barniz, varios colores de lona
Precio habitual 50,75 €Precio habitualPrecio unitario por -
Sillón Director en madera amarilla, varios colores de lona
Precio habitual 62,25 €Precio habitualPrecio unitario por -
Sillón Director en madera blanco, varios colores de lona
Precio habitual 62,25 €Precio habitualPrecio unitario por -
Sillón Director en madera azul, varios colores de lona
Precio habitual 62,25 €Precio habitualPrecio unitario por -
Sillón Director en madera coral, varios colores de lona
Precio habitual 62,25 €Precio habitualPrecio unitario por -
Sillón Director en madera rojo, varios colores de lona
Precio habitual 62,25 €Precio habitualPrecio unitario por -
Sillón Director en madera verde, varios colores de lona
Precio habitual 62,25 €Precio habitualPrecio unitario por -
Sillón Director en madera wengue, varios colores de lona
Precio habitual 62,25 €Precio habitualPrecio unitario por
Preguntas Frecuentes
¿Cómo se llama la silla de director de cine?
No hay un término específico para el tipo de silla plegable al que comúnmente se denomina silla de director, pero una definición que es también muy utilizada (aunque menos glamourosa) es la de silla de tijera, que toma su nombre por la forma en que se pliegan sus patas.
¿Qué es una silla de director?
Se trata de un tipo de silla liviana y transportable que se pliega gracias al sistema en forma de tijera de sus patas. Normalmente consta de reposabrazos y tanto el respaldo como el asiento están fabricados en lona. Aunque la estructura a veces se presenta en otro material, una auténtica mesa de director es de madera.
¿Cuál es el origen de la silla de director?
Aunque todos la asociamos mentalmente con la icónica figura clásica de un director de cine, lo cierto es que los orígenes de este tipo de silla se remontan a mucho antes de la invención del cinematógrafo. Y es que en el antiguo Egipto, en el siglo XX antes de Cristo, ya se utilizaban estos característicos asientos con las patas en forma de equis. Desde sus inicios se utilizaban con fines ceremoniales y como símbolo de poder. Con el paso del tiempo, su versión plegable fue muy utilizada en el contexto militar, siempre destinada a puestos de alto rango. De hecho, se dice que fue el propio Napoleón Bonaparte el primero en hacer grabar sus iniciales en el respaldo, iniciando así la costumbre de personalizar la silla con el nombre que se trasladó al Hollywood de los años dorados, donde definitivamente se impuso la tradición, sólo reservada al director y a las grandes estrellas de la pantalla.